sábado, 11 de enero de 2020

La gente correcta en el viaje de la vida...

Veamos algunas recomendaciones, para en la reflexión con la almohada nos comparemos positivamente con ellas...
1. La gente que hace que las cosas sucedan...
El filántropo Andrew Carnegie dijo: "A medida que me pongo más viejo, presto menos atención a lo que los hombres dicen. Sólo miro lo que hacen". Encuentro que éste  es un excelente consejo. Al observar lo que la gente hace, he descubierto que los que quiero conmigo son persona que hagan que sucedan las cosas. Estas personas descubren recursos en lugares que usted pensaba que eran estériles. Encuentran prospectos donde usted creía que no existían. Crean oportunidades donde usted pensaba que no había. Toman algo promedio y lo hacen excepcional. Nunca buscan excusas, siempre encuentran una manera de hacer que las cosas sucedan.  
Hace un tiempo leí un párrafo en una revista y lo recorté porque es un gran ejemplo de cómo alguien con un gran potencial realmente  sabe hacer que las cosas sucedan. Se titulaba: "Benda no escriva". Hablaba de un vendedor que había sido contratado recientemente y que escribió su primer informe de ventas a la oficina matriz, luego de haber trabajado su territorio por una semana. Al gerente de ventas casi le dio un ataque al darse cuenta que había contratado como vendedor a un analfabeto. Esto era lo que decía el informe: "E estao aqui dos dia y bendi medio miyon".
En este punto el gerente estaba realmente confundido. No podía conservar un vendedor analfabeta, pero no podía despedir al vendedor que había superado las ventas de todo el equipo de ventas. Entonces hizo lo que todo gerente promedio hace: Puso el problema en manos del presidente de la empresa.
Al día siguiente todos los del departamento de ventas se sorprendieron al ver las dos cartas del vendedor en el tablero de anuncio junto al siguiente memo del presidente: "emos estao desperdiciando demaciao tiempo tratando de escribil bien en bez de tratar de bendel. Todos debemos tratar de desplegar nuestras velas. Lean las dos caltas de nueztro bendedor estreya. Esta siendo un guen trabajo y toitos ustedes deberan ir y aser lo mesmo".
Aún en las peores circunstancias o con las mayores incapacidades, la persona con potencial hace que las cosas sucedan. El Dr. George W. Crane comentó: "Ningún trabajo tiene futuro. El futuro está en la persona que tiene el trabajo". Si quieres llegar lejos en el viaje del éxito, asóciese con otros que sepan hacer que las cosas sucedan.
2. La gente que aprovecha las oportunidades...
Muchas personas son capaces de ver las oportunidades cuando ya han pasado. Pero ver las oportunidades venir, es un asunto muy distinto. Las oportunidades raras veces traen etiqueta: Por eso tiene que aprender como reconocerlas y cómo aprovecharlas.
Las mejores personas para llevar con usted en el viaje no se sientan en un sillón y espera que las oportunidades lleguen. Asumen la responsabilidad de salir a su encuentro. Es como las dos maneras de esperar en el aeropuerto  a alguien que no conoce. Una manera es hacer un letrero con el nombre de la persona que está esperando, pararse cerca de la zona de equipaje, mantener el letrero en alto y esperar que la persona lo encuentre.
Si lo ve, excelente. Pero si no lo ve, usted sigue esperando. La otra manera es averiguar cómo es la otra persona, buscar un lugar estratégico cerca de la puerta de llegada, y buscarlo hasta que lo encuentre. Hay un mundo de diferencia entre los dos enfoques.
Ellen Metcalf dijo: "Me gustaría enmendar la idea de estar en el lugar correcto en el momento oportuno. Hay mucha gente que estaba en el lugar correcto pero no se dieron cuenta. Tiene que reconocer cuando el lugar y el tiempo oportuno se reúnen y aprovechar la ventaja de esa oportunidad. Hay muchas oportunidades allá afuera. No puede sentarse y esperar". Los buenos líderes potenciales lo saben y tampoco se apoyan en la suerte. Según Walter P. Chryler, fundador de la corporación automotriz que lleva su nombre: "La razón por la que tantas personas nunca llegan a ninguna parte en la vida es porque cuando llama la oportunidad, ellos se encuentran en el patio buscando tréboles de cuatro hojas".
Pregúntese: De la gente que le rodea. ¿Quién parece capaz de siempre reconocer las oportunidades y aprovecharlas? Las personas con esas cualidades son las que probablemente usted querrá llevar en su viaje del éxito.
3. La gente que aprovecha las oportunidades...
Toda persona que le rodea ejerce algún efecto sobe usted y sobre su capacidad de cumplir su visión. Probablemente a notado esto antes. Algunas personas parecen causarle dificultades y siempre toman de usted más de lo que dan a cambio. Otros le agregan valor, al mejorar todo lo que usted hace. Cuando se unen a su equipo, se desarrolla una sinergia que los lleva a ambos a un nuevo nivel.
Muchas personas maravillosas me han agregado valor a lo largo de los años. Muchos de ellos han puesto como la meta principal de su vida el ayudarme. Complementan mi debilidad y estimulan fortalezas. La presencia de ellos a mi lado realmente expande mi visión en el viaje. Solo, quizás hubiera logrado algún éxito. Pero ellos verdaderamente me han hecho mucho mejor de lo que hubiera sido sin ellos. Y en respuesta, siempre les he dado lo mejor de mí, he confiado en ellos incondicionalmente, les he dado oportunidades para hacer la diferencia, y he agregado valor a sus vidas. 
Probablemente hay personas en su vida con las cuales usted experimente este tipo de sinergia. ¿Puede pensar en alguien mejor para llevar en el viaje del éxito? Ellos no sólo le ayudarán a llegar lejos, sino que hará el viaje más ameno.
Recuerde el mundo se mueve a la velocidad de la gente que hace...

lunes, 6 de enero de 2020

La riqueza de un país la define su gente

El tema de la riqueza o pobreza de un país es un caso que ha sido ampliamente discutido, analizado y estudiado por los mejores investigadores y universidades del mundo. Pero, digan lo que digan esos estudios, hay una realidad: Existen países pobres y otros ricos.
Pero lo que concluyen todos los estudios, es que un país no es rico por sus minerales, bosques ni mares. Un país rico, por su gente, por la manera de pensar, por su forma de actuar, por el estilo que sienten su país, y por la determinación que aplican en involucrarse en hacerlo mejor.
Y para nadie es un secreto que la manera de pensar de alguien, define su forma de actuar. Es decir, su estilo cómo actúa, enriquece o empobrece al país donde vive y, también, con quien vive (que es una consecuencia, de la cual muchos no nos damos cuenta).
Si eso es así, como se puede tener un país rico...
1. Cuando hay mucha gente que... No desea lo mejor para su prójimo. A nadie le importa ayudar, cuesta mucho ceder. A muchos les importa nada, nadie.
2. Cuando hay mucha gente que... Pocos se involucran en la mejora de su entorno. Muchos piensan que alguien, por cosas de la suerte, se va a ocupar de muchos. El descuido forma parte del paisaje. Lo destruido es un elemento natural del contexto.
3. Cuando hay mucha gente que... El conformismo convive con lo que hay, siendo muchos cómplices del poco esfuerzo por lo mejor.
4. Cuando hay mucha gente que... Creen que tienen la razón en todo, sin que el criterio de la lógica sea la razón.
5. Cuando lo que es universalmente malo para muchos, es bueno para los pocos.Cuando alguien defiende lo peor para muchos, es bueno para los pocos. Cuando alguien defiende lo peor para muchos, solo por una convicción egoísta personal.
  Cómo se puede tener un país rico...
6. Cuando hay mucha gente que...no siente el mínimo remordimiento por colar un zapato sucio en una pared recién pintada. Por tirar un papel en la calle, sin sentir el más mínimo escrúpulo por lo que puede sentir el otro, y seguir caminando como si nada hubiera sucedido.
7.  Cuando hay mucha gente que... La gentileza se ausenta en cada acto, sintiendo como malo el hacer algo bueno por alguien. Tener un acto de bondad, es casi como un milagro. Hacer que el otro se sienta bien, es como una raya (como decimos en criollo).
8. Cuando hay mucha gente que... Cree que la suerte es una medida de la suerte, y no una consecuencia de la preparación. Ser preparado, mucho lo ven como una pérdida de tiempo, como un pretexto para ser un poco nadie.
9. Cuando hay mucha gente que... Siente que se merece lo mejor a expensas del poco sacrificio  una carente constancia, elementos esenciales del éxito. Muchos creen que los que les pasa es por otro, y no por las consecuencias de sus propios actos. La mala suerte de unos, es por la buena suerte de otros. El egoísmo llena espacio en el corazón.
10. Cuando hay mucha gente que... La carencia por ser mejor, se cobija en la flojera y en la viveza de hacer menos por más. Pocos aspiran algo mejor, ni siquiera por lo más sagrado, que es su familia.
11. Cuando hay mucha gente que... El esfuerzo se ve como malo, y lo bueno se invade con envía. Es mejor ser menos, para qué ser más. Es mejor tener menos, pasar desapercibido, como si nunca tu esfuerzo simboliza un gran triunfo de vida.
12. Cuando hay mucha gente que...  El conformismo se adueña de cada acto, adornado de flojera y viveza pícara. Ser vivo es mejor que respetar el derecho del otro. Ya a muy pocos les importa que alguien se colee, pase en la luz roja de un semáforo, cruce en donde no se deba o arroje un chicle a la acera.
13. Cuando hay mucha gente que... Ya entiende que llegar temprano, significa el arte de calcular el retardo de los demás. Hacerlo bien, ¿Para qué? Total nadie me va a decir nada bueno por eso. Nadie asume su responsabilidad, cuesta involucrarnos por lo correcto y mejor, la desidia se adueña de nuestro alrededor.
14. Cuando hay mucha gente que... Los modales básicos se ausentan del vocabulario rutinario. Ya casi no se escucha un "Gracias", "Por favor", "Buen día", "Hasta luego", "Hasta pronto", "Feliz retorno". Muchos países ricos saben que estas palabras son la base del comienzo del porvenir.
Un país pobre, cuando lo recién descrito no te asombra, ya te parece normal y te sientes acostumbrado. Somos las consecuencias de nuestras decisiones. Cuando permites que otro ensucie, destruya y maltrate a otro, te conviertes en socio de esa acción, es un vehículo de esa cultura. Los países no son pobres o ricos, es solo la gente que convive en él, temporal o indefinidamente.
Tú decides que tan rico o pobre sea tu país. Ya puedes salir a decirlo, ya puedes comenzar a exigirlo, ya eres el responsable del cual tanto te quejas. Involúcrate en conformar un país, todos nos necesitamos.
Recuerda Lo que poseemos nos posee para bien o para mal.... 

sábado, 4 de enero de 2020

Pasar la Página

¿Quién no ha escuchado este término? Pero ¿Qué significa realmente pasar la página? 
Pasar la página es una expresión muy coloquial de nuestro vocabulario conversacional, que denota simplemente la decisión de, a pesar de los pesares, comenzar con entusiasmo algo nuevo o diferente.
La vida es como ese cuaderno que todos conocemos. Tiene una portada, que es tu nacimiento, y una buena cantidad de hojas blancas, para que las llenes de relatos e historias vividas. Cada hoja es para que escribamos las más agradables aventuras. Pero si nos quedamos mucho tiempo en la misma página, llega un momento en que todo lo que escribamos en ella, pierde sentido. Son tantas rayas, letras y dibujos, que ni nosotros mismos lo entendemos.
Nos quedamos mucho tiempo en esa misma página, observando lo mismo y consumiendo nuestros más espectaculares segundos de existencia. Sufriendo y consolando sólo esa página. No entendemos e ese momento, que el cuaderno tiene muchas más hojas, y es allí, donde debemos toma la decisión de escribir una nueva, de pasar la página, para poder esculpir una nueva o diferente historia.
Es cierto que soltar, dejar ir o renunciar, nos puede producir sensaciones de nostalgia o tristeza. Pero siempre recuerde, que todo comienzo genera espacios de entusiasmo y optimismo, que unido a su determinación elevarán su confianza y producirá esa sensación de expectativa por lo mejor.
Hay que aprender a pasar la página de muchas maneras. Paulo Coelho una vez escribió sobre ello y tomó algunas de sus mejores recomendaciones, al respecto.
"Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, puedes perder hasta la alegría. Hay que aprender a cerrar capítulos, puertas o como lo quieras llamar. Lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando o que ya clausuraron.
Sin querer, podemos pasar mucho tiempo presente revolcándonos en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste sería infinito. Todos estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar etapas o momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos ser niños eternos, ni adolecentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quién no quiere estar vinculado a nosotros.
Los hechos pasan y hay que dejarlos ir. Por eso aveces es tan importante destruir recuerdos, cambiar de casa, vender libros. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y ganar.
No espera que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. No espere tanto, sea más ligero. Suelte el resentimiento, el prender "Su televisar personal" para darle y darle al asunto. Lo único que consigue es dañarse mentalmente, envenenándose y amargándose.
La vida es siempre para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrá desprenderse, ni vivir lo de hoy con satisfacción. Usted no es el mismo de hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada que volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por usted mismo, desprender lo que ya no está en su vida. Cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que acoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con un poco de expectativa positiva, que siempre es bueno algo de eso en la vida".
Es claro el mensaje de Coelho. En cualquier momento de nuestra existencia, tenemos que estar preparados para pasar la página. Ello significa, la valentía de tomar la decisión de "dejar atrás", lo que sea, para dar la oportunidad de una entrada a algo nuevo.
Lo más clave de pasar la página, es preparar nuestra emocionalidad para ello. Sé que en muchas situaciones será muy difícil. Pero el final de la historia siempre es la misma, llegará el momento que debamos tomar una decisión valiente, para continuar. Pero el tiempo para esa decisión, es la clave de la reflexión, a veces es muy largo, y es allí donde nos hacemos daño sin querer... pero nos hacemos daño, y con ello a todos los que están a nuestro alrededor. Hay un tiempo para pasar la página, pero evita caer en el tiempo de desperdicio de la vida, que te afecta a ti y a todos los tuyos.
Es imposible abrirse a una nueva experiencia, viviendo tiempo de añoranza por lo pasado. Por ejemplo, emocionalmente no nos podemos abrir a una nueva relación, teniendo todavía un gramo de añoranza por la relación pasada. Solo la dedicación plena y entusiasta a una tarea, nos permitirá obtener  de ella los mejores resultados y la satisfacción, con la condición de que 100% de nuestros recursos intelectuales y emocionales estén comprometidos con la nueva tarea y habiendo renunciado a la anterior.
No pasar la página, cerrada, traerá como consecuencia quedar atrapado secretamente en los misterios de nuestro cerebro, que en su más ligero egoísmo, prefiere lo de siempre que lo nuevo.
Regálese experiencias de pasar la página, y verá cosas nuevas en su vida. Cierre capítulos que no agregan buena vibra a su existencia. Arranque esas páginas que sería maravilloso nunca más recordar.  
Pero haga algo, evite quedarse consumiéndose en la agonía de ver y ver la misma página. Eso no es la vida. No desperdicie las páginas que ésta nos regala. Agarre su lápiz y comience un nuevo capítulo ya.
Recuerde el destino mezcla las cartas y nosotros somos los que jugamos....

miércoles, 1 de enero de 2020

La Tristeza

La tristeza es una emoción, acompañada por pensamientos, que inventamos en nuestro ser. La experimentamos cuando perdemos algo, cuando nos decepcionamos por un motivo, o por una desgracia que nos afecta de alguna manera.
La tristeza produce decaimiento, el rostro parece reparado, la mirada apunta siempre hacia abajo y hay carencia de apetito por lo que sea. Mientras estás inundado de tristeza, estás vaco de mejores posibilidades. La tristeza llena de vacío todos los espacios de tu corazón.
Mucha de la tristeza que vez, se genera dentro de ti. Nace de tus propias expectativas, tus deseos y apegos. Cuando estás triste, llenas tus pensamientos de pesimismo, justificación, negación, desamparo, desesperanza, falta de motivación y abatimiento.
La pérdida de un ser querido, la noticia de una enfermedad incurable, pueden producir tristeza "justificada". Aquí es cuando aplican las palabras que una vez escribió Jorge Alalla Mayor, al decir "La tristeza ocupa el vacío que deja en nuestra alma aquello que hemos perdido".
Pero hay otro tipo de tristeza, en la que mucha gente cae, sin saber que la lleva en el cuerpo. Ese tipo de tristeza hace que el color que prevalezca en la vida sea el gris, Maximizando las sensaciones de rencor, odio, temor y decaimiento moral. Esa tristeza que se queda en nuestro cuerpo, va minando nuestras emociones, aparece la culpa y hasta enfermedades. Nos vestimos de tristeza en nuestro hablar y apariencia.
Todo lo contrario, según  Lin Yu Tang, "La mitad de la belleza depende del paisaje y la otra mitad del hombre que la mira". García Márquez, escribió "Por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz".
Ahora bien ¿cuándo tu cuerpo tiene tristeza? A veces en de la forma más simple y silenciosa. Veamos algunas maneras...
Tu cuerpo tiene tristeza cuando en tu conversación prevalecen los peros, lo negativo, cuando vez más lo malo que lo bueno, cuando ni sospechas de las bellas oportunidades que te ofrece la vida, disfrazada de dificultades. Todo lo vez con ojos de, "ahora no".
Tu cuerpo tiene tristeza cuando no encuentras motivos en tu vida , eso que te enciende, que llena de emoción cualquier "ese algo" que te da vida, que prende la chispa del querer.
Tu cuerpo tiene tristeza cuando es repetitivo y repetido las historias y cuentos de tu experiencia, sobretodo las malas y negativas. No hay nada nuevo que contar, que agregar al repertorio. No experimentamos nada nuevo en la rutina real de la vida.
Todos los días se parecen a lo mismo.
Tu cuerpo tiene tristeza cuando los miedos dominan tu vida, ya sea por lo nuevo, o por lo viejo, por lo que pasó o por lo que no pasó, o por lo que pueda pasar. Todo lo vez tan lejos, que no te provoca nada.
Tu cuerpo tiene tristeza cuando a tu rostro le cuesta sonreír, cuando lo que haces es obligado,  sobre todo más cuando sabes que lo haces más por conformismo que por arriesgarse a estar mejor.
Tu cuerpo tiene tristeza cuando te niegas a perdonar por cualquier motivo. Cuando te empeñas en darle poder a esos momentos desagradables que alimentan el pasado y que lo recrudecen , volviéndolo presente.
Tu cuerpo tiene tristeza cuando por no conseguir lo que deseas te entregas a la desgracia y le desesperanza. Ya no hay motivo para más, ya no vale la pena nada. Solo ves el árbol, te olvidas del bosque, solo te concentras en lo que "no", y desperdicias lo que "si".
Examina, ahora, si tienes tristeza en el cuerpo. Verifica cuanto de lo escrito en los párrafos anteriores, invade tu alma, inunda tus pensamientos, llenando los segundos de minutos miserables de existencia. Dicen por allí, que la melancolía es el placer de estar triste. !No hay nada más equivocado que ello¡
Enfrenta los elementos que causan tu tristeza. Renueva tus expectativas acerca de las cosas, busca ver lo bueno de las situaciones que pasan, a veces son intentos para que veas mejores oportunidades. Busca identificar lo que llena tu existencia, lo que más te motiva, ello te obligaría a romper con los hilos invisibles de la rutina de la vida.
Elicura Chihuailaf, escribió una vez, "donde hubo luz permanece siempre la memoria de su resplandor". Y esa es la vida cada día, una nueva oportunidad para pintar de un color más brillante la eternidad de tu existencia.
Pero esas palabras también encierran una verdad química-biológica. Busca la luz, porque a menos luz natural más melatonina. A más melatonina, menos serotonina. A menos serotonina, más tristeza.
La serotonina incrementa la autoestima y aumenta la sensación de bienestar, dos factores para llenar de motivos, cualquier justificación de tocar las puertas de la tristeza. Revisa tu rutina de vida y pregunta cuántos minutos de luz solar le impregnas a la vida. Mientras menos minutos más rutina, y mientras más rutina, pudiera estar involucrada una cruda tristeza.
Recuerda el corazón no muere cuando deja de latir, el corazón muere cuando los latidos no tienen sentido.

Palabras para comenzar con buen pie el esplendor de un mejor tiempo

Comienza un nuevo año, y con ello la oportunidad de mejorar o cambiar, cualquier cosa que deseemos en la vida. Alejando nos deja una enseñanza, con el arquero que mejoró el hábito de apuntar, enfocar y perfeccionar su técnica para llegar hasta la luna, sus flechas. Desde luego, nunca la alcanzó, pero seguro nadie más en el planeta hacía llega la flecha tan lejos, como este arquero.
En este artículo no voy hablar ni de flechas ni de la luna, pero si de algunas habilidades que estoy seguro, muchos de nosotros le gustaría mejorar. Veamos a que me refiero el día de hoy.
La serenidad es un estado mental. Es la calma y la quietud que necesitamos para vivir, pensar y respirar.
Hay persona que llevan el peso de una carga triple: las preocupaciones que han tenido, las que tienen ahora y las que esperan tener. Nuestro presente y su correcta gestión ya es suficiente responsabilidad. Es importante aprender a clausurar los temas pasados, centrarnos en nuestro presente y no dedicar demasiada energía en anticipar nuestro futuro.
Nuestra paz interior va a depender de cómo gestionemos nuestras emociones. Soy yo quien decide ser de una forma u otra. Soy yo quien elige equilibrio o desasosiego, quien escoge cielo o infierno.
Aunque no podamos evita determinadas situaciones difíciles o complejas, aunque tengamos la impresión de que todo se nos escapa, siempre es posible escoger nuestra actitud ante aquello que sucede. Esta es nuestra primera libertad y un ejercicio de responsabilidad que modulará el grado de sufrimiento o gozo que incorporaremos a nuestra vida y que será fruto de nuestra mayor o menor coherencia personal.
Un ejemplo que reafirma la sabiduría del párrafo anterior, lo sintetiza la siguiente la siguiente anécdota, que he titulado "un olvido importante".
Cuentan que un experimentado conferencista distribuyó unas hojas de papel a los miembros de su auditorio y les pidió que escribieran sus preguntas a fin de poder luego discutirlas y comentarlas, fundamentado en el tema que estaba compartiendo. Era una dinámica rutinaria, en sus conferencias, que generaba reflexión y muchos aprendizaje.
Todo se había ejecutado según el procedimiento, hasta que algo fuera de lo normal observó. El conferencista abrió una de las hojas que le habían dado y observó que en le papel plegado sólo había una palabra: IDIOTA
Nunca antes había sucedido.
La leyó, sin inmutarse, en voz alta y se dirigió a su público, comentando: Damas y caballeros, en las múltiples conferencias que llevo dando desde hace años, muchas personas han escrito sus preguntas y han olvidado firmar con su nombre, pero he de decirles que esta es la primera vez que alguien firma con su nombre y olvida escribir su pregunta.
Aunque la salida del conferencista fue media irónica, también optó por una mejor opción, que fue sacarle algo positivo o jocoso, a la situación. El pudo haber tomado el camino de la rabia y subirle emoción a la situación, pero escogió, otra opción.
Las emociones, como la ira mal gestionada, dejan señales y causan cicatrices en nosotros mismos y en las personas que nos rodean. El autocontrol es una competencia emocional imprescindible: el enemigo no se halla afuera, está dentro de ti, dentro de todos nosotros. Es importante aprender que es posible rechazar, sin violencia, las agresiones que nos llegan, los insultos y las ofensas.
¿A quién pertenece un obsequio? ¿a quién lo entrega o a quién lo recibe? Si no aceptamos las agresiones, si no las damos por recibidas , se las quedarán quienes hayan querido trasladárnoslas: hay regalos que no conviene recibir.
Como dice el Dalai Lama, sólo cuando tenemos paz interior podemos estar en paz con quienes nos rodean.
Cuando hacemos una elección, es necesario asumir que debemos dejar de lado las otras alternativas. Aprender a desprendernos de relaciones, ideas, objetos, emociones, ofensas y cargas, es un aprendizaje vital imprescindible para no quedar anclados y poder seguir adelante, ligeros de equipaje. Es posible elegir el equilibrio, vivir intensamente nuestro presente con atención, centrados y abiertos a la vida. Nunca debemos olvidar que hay una sola persona con la que, con seguridad, vamos a compartir toda nuestra vida: nosotros mismos. ¿Escogemos vivir con equilibrio o escogemos el desequilibrio? Nadie pude decidir por nosotros.