lunes, 6 de enero de 2020

La riqueza de un país la define su gente

El tema de la riqueza o pobreza de un país es un caso que ha sido ampliamente discutido, analizado y estudiado por los mejores investigadores y universidades del mundo. Pero, digan lo que digan esos estudios, hay una realidad: Existen países pobres y otros ricos.
Pero lo que concluyen todos los estudios, es que un país no es rico por sus minerales, bosques ni mares. Un país rico, por su gente, por la manera de pensar, por su forma de actuar, por el estilo que sienten su país, y por la determinación que aplican en involucrarse en hacerlo mejor.
Y para nadie es un secreto que la manera de pensar de alguien, define su forma de actuar. Es decir, su estilo cómo actúa, enriquece o empobrece al país donde vive y, también, con quien vive (que es una consecuencia, de la cual muchos no nos damos cuenta).
Si eso es así, como se puede tener un país rico...
1. Cuando hay mucha gente que... No desea lo mejor para su prójimo. A nadie le importa ayudar, cuesta mucho ceder. A muchos les importa nada, nadie.
2. Cuando hay mucha gente que... Pocos se involucran en la mejora de su entorno. Muchos piensan que alguien, por cosas de la suerte, se va a ocupar de muchos. El descuido forma parte del paisaje. Lo destruido es un elemento natural del contexto.
3. Cuando hay mucha gente que... El conformismo convive con lo que hay, siendo muchos cómplices del poco esfuerzo por lo mejor.
4. Cuando hay mucha gente que... Creen que tienen la razón en todo, sin que el criterio de la lógica sea la razón.
5. Cuando lo que es universalmente malo para muchos, es bueno para los pocos.Cuando alguien defiende lo peor para muchos, es bueno para los pocos. Cuando alguien defiende lo peor para muchos, solo por una convicción egoísta personal.
  Cómo se puede tener un país rico...
6. Cuando hay mucha gente que...no siente el mínimo remordimiento por colar un zapato sucio en una pared recién pintada. Por tirar un papel en la calle, sin sentir el más mínimo escrúpulo por lo que puede sentir el otro, y seguir caminando como si nada hubiera sucedido.
7.  Cuando hay mucha gente que... La gentileza se ausenta en cada acto, sintiendo como malo el hacer algo bueno por alguien. Tener un acto de bondad, es casi como un milagro. Hacer que el otro se sienta bien, es como una raya (como decimos en criollo).
8. Cuando hay mucha gente que... Cree que la suerte es una medida de la suerte, y no una consecuencia de la preparación. Ser preparado, mucho lo ven como una pérdida de tiempo, como un pretexto para ser un poco nadie.
9. Cuando hay mucha gente que... Siente que se merece lo mejor a expensas del poco sacrificio  una carente constancia, elementos esenciales del éxito. Muchos creen que los que les pasa es por otro, y no por las consecuencias de sus propios actos. La mala suerte de unos, es por la buena suerte de otros. El egoísmo llena espacio en el corazón.
10. Cuando hay mucha gente que... La carencia por ser mejor, se cobija en la flojera y en la viveza de hacer menos por más. Pocos aspiran algo mejor, ni siquiera por lo más sagrado, que es su familia.
11. Cuando hay mucha gente que... El esfuerzo se ve como malo, y lo bueno se invade con envía. Es mejor ser menos, para qué ser más. Es mejor tener menos, pasar desapercibido, como si nunca tu esfuerzo simboliza un gran triunfo de vida.
12. Cuando hay mucha gente que...  El conformismo se adueña de cada acto, adornado de flojera y viveza pícara. Ser vivo es mejor que respetar el derecho del otro. Ya a muy pocos les importa que alguien se colee, pase en la luz roja de un semáforo, cruce en donde no se deba o arroje un chicle a la acera.
13. Cuando hay mucha gente que... Ya entiende que llegar temprano, significa el arte de calcular el retardo de los demás. Hacerlo bien, ¿Para qué? Total nadie me va a decir nada bueno por eso. Nadie asume su responsabilidad, cuesta involucrarnos por lo correcto y mejor, la desidia se adueña de nuestro alrededor.
14. Cuando hay mucha gente que... Los modales básicos se ausentan del vocabulario rutinario. Ya casi no se escucha un "Gracias", "Por favor", "Buen día", "Hasta luego", "Hasta pronto", "Feliz retorno". Muchos países ricos saben que estas palabras son la base del comienzo del porvenir.
Un país pobre, cuando lo recién descrito no te asombra, ya te parece normal y te sientes acostumbrado. Somos las consecuencias de nuestras decisiones. Cuando permites que otro ensucie, destruya y maltrate a otro, te conviertes en socio de esa acción, es un vehículo de esa cultura. Los países no son pobres o ricos, es solo la gente que convive en él, temporal o indefinidamente.
Tú decides que tan rico o pobre sea tu país. Ya puedes salir a decirlo, ya puedes comenzar a exigirlo, ya eres el responsable del cual tanto te quejas. Involúcrate en conformar un país, todos nos necesitamos.
Recuerda Lo que poseemos nos posee para bien o para mal.... 

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